martes, 19 de agosto de 2014

RECUERDOS DE ORO: POR RAIN CROSS

Nuestra segunda autora invitada es Rain Cross, una de las escritoras habituales de la web http://youarewriter.wordpress.com/
RECUERDOS DE ORO: POR RAIN CROSS:

Recuerdo las luces apagadas. Tendría unos cuatro o cinco años, y estaba jugando con una amiga mientras nuestras madres veían la televisión. De repente, mi atención se centró en la pantalla; la acción transcurría en un cine, y la gente disfrutaba de una película sobre demonios que se convertía en realidad. "Demons" (1985)’, de Lamberto Bava fue la primera película de terror que me viene a la memoria. Le siguieron "Poltergeist" (1982)’, "Terror en Amityville" (1979)’ y un largo etcétera hasta la fecha. Y es que desde que mis ojos se encontraron con la máscara de plata demoníaca, no pude sentir más que fascinación por el mundo de las tinieblas.

‘Gremlins" (1984)’, "Regreso al Futuro" (1985), "En busca del arca perdida” (1981) y "Los Cazafantasmas" (1984) eran de mis sagas favoritas, y aún les tengo un cariño especial.

Tampoco puedo dejar de lado la fantasía épica. Cómo olvidar a David Bowie como rey de los Goblins en "Dentro del Laberinto" (1986) o el «Como desees» de "La princesa prometida" (1987). Todos queríamos que Ártax escapara de las arenas movedizas en "La Historia Interminable" (1984) y que Jack rescatara a Lilly del Señor de las Tinieblas (inolvidable ese gran demonio rojo de cuernos negros) en "Legend" (1985). Películas que te adentraban en mundos donde monstruos, dragones, caballeros y princesa luchan por el amor, la justicia y la verdad.

Los extraños y oscuros mundos de Tim Burton también estuvieron muy presentes en mi niñez, y es que, en cuanto salía del colegio, muchas tardes de aburrimiento eran amenizadas gracias "Beetlejuice" (1988)’ y "Eduardo Manostijeras" (1990).

Mi madre siempre leía novelas de terror, por lo que por casa siempre podías encontrar uno de los libros del maestro Stephen King, su autor favorito, sobre algún mueble. Y claro está, veíamos todas las películas basadas en sus novelas. Mi hermano mayor siempre me asustaba escondiéndose detrás de las cortinas y recitando a Pennywise en "It" (1990), «Todos flotan —decía—. Y tú también flotarás.»

Y llegamos a los zombis. Sí, esos muertos putrefactos que devoran carne humana. Una tarde los descubrí a través de la mítica canción de Michael Jackson "Thiller" (1983). Al principio me asustaron; esa atmósfera lúgubre del vídeoclip, y esos seres que querían atacar al cantante y se unían a él en una de las coreografías más imitadas. Pero había algo interesante en ellos. Mi madrina me regaló el "Así se hizo", VHS que aún conservo, y con el que les perdí el miedo. Veía a los jóvenes bailarines y al mismísimo Jackson transformarse en zombis gracias a la magia del maquillaje. Y pasaron a ser mis monstruos favoritos.

Mi infancia ha sido una mezcla de magia, zombis y fantasmas. Una mezcla que estará siempre muy presente en mi vida.


Rain Cross.

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