sábado, 30 de agosto de 2008

VÍDEO CONMEMORATIVO DEL TERCER ANIVERSARIO DE QUÉ FUE DE...?: POR JAVI LENNON

Nuestro amigo y lector Javi Lennon ha creado este vídeo conmemorativo para unirse así a la celebración de este tercer aniversario, que hemos utilizado como cierre a la sección Recuerdos de oro 2008.
Al mismo tiempo queremos dar las gracias todos los lectores y a los autores participantes de esta segunda edición (Shouba, Lucía, Sara Herrera, David Chacón, E. Martín, Kung Fu Master, Miguel (Rubio), Lucky Lee Perkins, Iván, N. Imobach Reyes, Bac Hylon, Juan Antonio, Antonio Ayala, Kanu y al propio Javi Lennon), por su atención y por la calidad de sus colaboraciones. Esperamos que en agosto de 2009 pueda ser posible realizar una tercera edición.

Y sin más dliación damos paso al vídeo, ¡que los disfrutéis!:

miércoles, 27 de agosto de 2008

RECUERDOS DE ORO: "MI AÑO 1970": POR ANTONIO AYALA

Nuestro décimo tercer autor invitado es Antonio Ayala, lector habitual y blogero
¿ HABLAR Y CONVERSAR SOBRE EL PASADO, ES HACER MEMORIA INDIVIDUAL Y EN PARTE MEMORIA COLECTIVA..?
MI AÑO 1970: “ANTONIO AYALA”
Cuando los amigos de la estupenda Bitácora-Blog en la Coctelera: “Que Fue De “, me invitaron a participar en su revista de Agosto, me sentí contento y muy agradecido por la confianza y el interés mostrado. La conversación, una de las claves comunicadoras de los Blogs, seguía así, demostrando su notable vigencia. Vaya en este inicio del artículo, mi más sincero agradecimiento y reconocimiento a “Alex y Juan”.
¿ Y si hablamos del año 1970 ? Ese año fue muy importante en mi vida y en la de mi familia más cercana, ya que fueron nuestros meses de adaptación a los modos de vida en Barcelona, a la que habíamos emigrado pocos meses atrás, por motivos laborales, económicos, de futuro para los jóvenes, etc. ¡Vamos que ya éramos de las últimas destacadas migraciones interiores, a esa gran ciudad. !. ¡ Vaya cambio: pasar del modo de vida de una ciudad pequeña del Sureste, a la gran ciudad y su gran área metropolitana !.Atrás quedaban diversos y destacados elementos del arraigo querido a unas gentes, amigos, paisajes, costumbres, habla, cocina, etc. La experiencia vital, como la de muchos inmigrantes de aquellos años, no estuvo exenta de sacrificios, dificultades, hubo mucha unión y amor familiar, nuevas y gratificantes relaciones personales, que abrieron el horizonte humano, estudiar y trabajar con ilusión, responsabilidad y constancia, de cara al futuro. El balance para la familia, le pongo un Bien Alto, que no está nada mal.
Hoy “Barcelona” sigue siendo un gran crisol y mosaico de pueblos y culturas, muchas provenientes de otros países. La rica diversidad humana está muy presente, destacando mucho, por ejemplo: los intercambios, la tolerancia, la convivencia y el activo desarrollo económico y sociocultural, en múltiples iniciativas.
A continuación, unos breves ejemplos de canciones, películas, y un hecho social, que me llegaron al corazón y agrandaron mi inteligencia, en aquel año 1970. ¡ Espero que sean de vuestro amable agrado e interés!
1. Canciones con Historia que me llegaron al Corazón:

"Amores" (1970) - Mari Trini:
Amores se van marchando como las olas del mar
amores los tienen todos pero quien los sabe cuidar
El amor es una barca con dos remos en el mar
un remo aprieta mis manos el otro lo mueve el azar.
** Opinando: "Amores", una conmovedora y poética historia de amores juveniles, con los aires de nobleza, emotividad, sinceridad y enorme realismo, canción nada blandengue y sensiblera, una de las que más me influyeron en ese año, yo la cantaba mucho, con emoción y un cierto tono de desafinado. Me la grabaron en cinta de audio del popular RadioCassete. Tiene su encanto la cosa, pues yo había visto en directo a la artista, casi 2 años antes en Murcia, mi tierra y aluciné, aparte de lo bien que cantaba, recuerdo su belleza, convicción y sencillez. **. Disco disponible y a la venta. **
"Puente sobre aguas turbulentas" (1970) - Autores: Simon & Garfunkel:


Cuando estés abrumado
y te sientas insignificante,
cuando haya lágrimas en tus ojos,
yo las secaré todas;
estoy a tu lado.
Cuando las circunstancias
sean adversas
y no encuentres amigos,
como un puente
sobre aguas turbulentas,
yo me desplegaré...
Como un puente sobre aguas turbulentas,
yo me desplegaré.
** Opinando: Simon y Garfunkel, dos grandes cantautores, made in Usa, ya famosos por la Banda Sonora de “El Graduado” (1967), la película realmente juvenil y contestataria, de finales de los 60. Uno de mis discos favoritos y eso que lo compré de segunda mano en una tienda de la mítica calle de los Discos de ocasión, c/ Tallers de Barcelona. Hoy esta singular calle junto a las deliciosas Ramblas, sigue con la mejor música de ayer y de hoy: Vinilos y C.Ds., Popsters… La canción, no deja de emocionarme, por ser una bello canto sobre la amistad, la soledad y la mejor comunicación, entre las personas, y el rechazo del individualismo y egoísmo, tan presente siempre, en las relaciones humanas. Disco disponible y a la venta** .

2. Películas con Historia que me llegaron al Corazón:

"El circulo rojo" (1970). Francia. Jean Pierre Melville:

Sinopsis de la Película:
Corey (Alain Delon) es un joven preso que es liberado. Al mismo tiempo Vogel (Gian Maria Volontè), un asesino, escapa de la custodia de un paciente policía llamado Mattei (Bourvil). Corey roba a Rico (André Ekyan), el jefe de la banda a la que él pertenecía. A partir de ese momento, Mattei no dudará en cazarlos.
** Opinando: Me ha gustado mucho, desde los años 60, el cine policiaco y negro, ya en los años 60 y en aquellas inolvidables sesiones dobles, había visto las populares películas de Eddie Constantine provenientes de Francia, por ejemplo. Con el cine europeo, negro y policiaco, de los 70, desarrollé como espectador, un sentido crítico y una dotes de observación psicológica, nuevas. Nada ni nadie era lo que parecía ser, la realidad tenía múltiples caminos a seguir, ya no iba tan solo de buenos y malos. La denuncia, los criterios morales y la crítica social adquirían otra dimensión. Esta excelente película francesa es un buen ejemplo. **

"Un hombre llamado caballo" (1970). EEUU. Elliot Silverstein:

Sinopsis de la Película:
En 1843 un grupo de cazadores blancos es atacado en las montañas de Montana, por los indios crows. Todos ellos mueren, excepto el jefe del grupo, Lord John Morgan (Richard Harris), un inglés que es hecho prisionero y conducido ante el jefe de la tribu, que se lo regala a su madre como esclavo. En el poblado indio, un mestizo llamado Batise (Jean Gascon) le alecciona sobre la forma de huir y, de este modo, se convierte en un guerrero más de los crows.
** Opinando: Esta película es una inteligente reivindicación de temas muy vigentes, por entonces, ejemplos: el movimiento “Hippie”, en sus etapas finales y la vuelta a la Naturaleza, defensa de valores ecológicos incluidos. La reivindicación de las Naciones Indias y su cultura en los EEUU, apuestas por la convivencia pacífica entre pueblos y culturas: No a la Violencia y SÍ a la Paz. La vi en un programa doble inolvidable, cine de barrio incluido y con un ambiente de personas, muy favorable e interesado. Creo que no ha perdido vigencia en sus postulados: me remito al presente. ** Disponible: venta en DVD

3. Hechos de la Sociedad que me llegaron al corazón:
Eleuterio Sánchez (El Lute):
Nacido en una familia de merchante, con 20 años robó un par de gallinas, por lo que estuvo seis meses en prisión. Tres años después participó en el atraco contra una joyería, en el curso del cual murió el vigilante. Condenado a muerte por un consejo de guerra, la pena le fue conmutada por 30 años de cárcel. Protagonizó dos fugas espectaculares en 1966 y 1971. La acumulación de sus 97 causas suponía una pena de más de un millar de años. En 1981 se le concedió un indulto general a todos los efectos.
** Opinando: La falta total de libertad de prensa y expresión, bajo la dictadura del “Franquismo “, hacían de este singular delincuente, un peligroso bandolero al uso. En el año 1970, lo volvieron a detener de modo espectacular, como si fuese el enemigo público nº 1. Yo recuerdo haber comentado con compañeros, diferentes puntos de vista sobre el mismo y algunos defendíamos y queríamos justificar parte de sus acciones, por su lado humano, su entorno de pobreza y miseria, más marginación por ser gitano y que merecía oportunidades y un trato justo. Otros, lo veían como un delincuente peligroso y que hacía mucho daño a la sociedad: así que castigo y cárcel, como mínimo. Creo que fueron diálogos muy enriquecedores para todos y se movieron piezas. Me alegro mucho de que hoy sea un ciudadano más y ejerza de abogado, de modo muy competente. Su autobiografía “Camina o Revienta “, es la mar de interesante e ilustrativa de su vida, realista y en positivo. **

Antonio Ayala

martes, 26 de agosto de 2008

RECUERDOS DE ORO: POR JUAN ANTONIO

Nuestro décimo segundo autor invitado es nuestro amigo de siempre y lector Juan Antonio: 
RECUERDOS DE ORO: POR JUAN ANTONIO:
Empezaré por unos de los primeros recuerdos de mi infancia, o mejor dicho, mi lactancia: María Jesús y su mítico acordeón. ¿quién no se acuerda de la letra..?


“Pajaritos a bailar,
cuando acabas de nacer,
tu colita has de mover,
chu, chu, chu, chu.”
Recuerdo oirla por la tele de cristal grueso, y sobre todo cuando mi madre me la cantaba... ¡aún no sabía ni hablar!
“Las rodillas doblarás, dos saltitos tú darás y volaraaaaaaaás...”
Bueno, esta parte puede sonar algo hardcore, pero desde el punto de vista del niño suena bastante divertida.

En cuanto a superhéroes, he de confesar que el primero que conocí fue Iron Man, aunque con diferencias mi favorito llegó a ser Superman. Primero me llegó a través de la pequeña pantalla, luego a través del cómic. Lo tenía todo: traje de Superman, posturas de Superman, ganas de salvar al mundo y, sobre todo, de volar. ¡Qué peligro! Menos mal que nunca me dio por saltar del balcón de la abuela; Siempre me decía: 'Probaré primero en casa, luego lo intentaré desde el primer piso'. Afortunadamente todo quedó en sueños de chiquillo.
En series de TV la cosa estaba reñida: "E coche fantástico", "El Equipo A", "Falcon Crest" (sí ¿que pasa?, era asiduo al culebrón), "El Gran Héroe Americano", "Curro Jiménez", "Verano Azul"... La que ganó en favoritismo fue "El Halcón Callejero", por la velocidad, inteligencia y heroicidad que demostraba Jesse Mach a lomos de su máquina 'Tutle', con un uniforme casi perfecto y una mirada que atravesaba muros. Era esa combinación de peligro-emoción-seguridad lo que realmente me llegaba.
Entre los recuerdos cinéfilos, me quedo con 'Los Goonies' (1985), un film donde llegué a entremezclar realidad con ficción. Con esta peli se me abrió mucho la mente y la imaginación... llegué a alquilar la cinta tropecientas veces y nunca me cansaba, siempre experimentaba una nueva sensación, que es lo que realmente cuenta. Recuerdo que me llevó mi madre creyendo que sería la típica de machanguitos tipo "Gremlins" (1984), pero nada más lejos que el nombre de la pandilla de Mickey, su protagonista. Dirigida por Richard Donner ("Superman") en 1985, no es casualidad que la historia de Chester Copperpot (un cazador de tesoros mencionado en la película) llegara a mi corazón.



He sido algo escueto aunque he querido ir al grano. Estos eran mis gustos entre 1982-1986, cinco años de mi infancia (dos a seis años) que muy dificilmente podrán dejar de ser tan claros en mi mente.

Juan Antonio

lunes, 25 de agosto de 2008

RECUERDOS DE ORO: POR BAC HYLON

Nuestro décimo primer autor invitado es Bac Hylon, lector y creador del blog:
Descubrí “Qué fue de…” apenas unos meses después de su creación y desde el primer día lo consideré un sitio de referencia y de visita obligada. Siempre he tenido curiosidad por indagar en el pasado de los famosos que más me han llamado la atención, así como saber qué ha sido de sus vidas cuando pasa el tiempo sin que sepas nada de ellos. De ahí el que considere todo un honor y un placer la invitación recibida por sus responsables para participar en la celebración de su tercer aniversario. ¡Y que cumpláis muchos más!

En cuanto a mis recuerdos más valorados, al ser de la quinta del 75, éstos se encuentran especialmente englobados en la década de los 80, año arriba, año abajo. Mi madre me recuerda que, siendo yo todavía un canijo, adoraba series de televisión tan entrañables como “Curro Jiménez” (“Rurro Nenes” para mí) o “La Abeja Maya” (“Sesa Nana”). Las barraqueras que montaba al término de la emisión eran antológicas (desde luego, mis padres se ganaron el Cielo hace ya muchos años). “Barrio Sésamo” (la etapa con la Gallina Caponata y el Caracol Perejil, la siguiente con Espinete no me llenaba tanto, y de las posteriores mejor ni hablemos) era otro de mis programas favoritos. También encontraron un rincón en mi corazoncito los primeros atisbos del ánime en nuestro país: “Mazinger Z”, “Marco” (madre, qué llanteras montaría…), “Heidi”, “Comando G” (aunque luego supiéramos que llegaba censurada y retocada desde EE.UU.)… También disfruté de lo lindo con aquellas coproducciones eurojaponesas: “Ruy, El Pequeño Cid”, “Ulises 31”, “Tom Sawyer”… 
Por supuesto, luego estaban los especiales Disney (aunque siempre he preferido la calidad de las películas a sus productos para televisión) y las entrañables aventuras, en cápsulas de 5 minutos o así, de los personajes de Hannah-Barbera (ese "Oso Yogi", "Maguila Gorila", "Tortuga D’artagnan" o "Pepe Pótamo"… por citar unos pocos…). Y los Looney Tunes de la Warner…
Guardo con especial cariño un audiocassette grabado por mi padre a la vieja usanza (aquello del vídeo era una utopía; mi padre ponía las dos teles en casa en la misma habitación, con el volumen al máximo, y grababa el sonido en el radiocassette de casa, a veces con el inevitable “sonido de fondo”, mis hermanas y yo chillando ante la tele). En él todavía se conservan a una calidad más que aceptable (para el rodaje y el tiempo que tiene) y entre otras cosas, un Programa Especial de Enrique y Ana y… ¡el último episodio de “Jackie y Nuca”! Todavía hoy me emociono al recordar el momento…
Puedo afirmar sin temor a equivocarme que era un devorador nato de dibujos animados (ahora hay cosas que me llaman la atención, pero pocas). Y aquellos dibujos que no podía disfrutar por TV los encontraba en los tebeos. Todavía era demasiado crío como para interesarme por material USA (Marvel, DC… llegarían con el Bachillerato), pero disfrutaba como loco con los “Mortadelos” y los “Don Miki” (ya me gustaría haber tenido entonces la razón suficiente como para saber cuidarlos y guardarlos hasta la fecha actual). Algunas revistas que sí que conservo en un estado más que aceptable son las de “Petete”, junto con algunos tomos de su famoso “Libro Gordo”. Supongo que todos estos dibujos, animados e impresos, son en gran parte responsables de mi afición por el dibujo. Recuerdo copiar (nunca me gustó del todo calcar, y además con el papel cebolla lo ponía todo perdido) todo aquel personaje que me gustara sobre un cartón (pues no reciclé yo nada siendo un mocoso) o cartulina, y recortarlo para jugar con mis hermanas. Sí, también tenía los Clicks de Famobil (luego Playmobil) y las Barriguitas (mis hermanas, antes de que llegara la Barbie y decidieran condenarme al ostracismo), pero hay que ver el juego que daban esos personajillos recortados y coloreados con Plastidecor. Claro que para cuando mis hermanas me dieron de lado, yo ya había descubierto el universo de las figuras de "Star Wars"…

Pese a todo, también había dibujos animados que, o no me gustaban tanto, o directamente aborrecía. Se me hacían muy empalagosas todas aquellas historias en plan “Candy Candy” (que por supuesto mis hermanas adoraban), y le cogía una particular manía a todas aquellas series que venían a sustituir a alguna de mis series favoritas por entonces. Recuerdo con especial “asco” a esos infumables clones marinos de “Los Pitufos”, “Los Snorkels”. Nunca le pillé la gracia (si es que la tenía) a esa serie. Y fue especialmente porque la colocaron en la sobremesa de los domingos en sustitución de… ¡”Dragones y Mazmorras”! ¡Qué osadía! Tampoco me terminaron de gustar series como “Los Diminutos” o “Los Aurones”, probablemente por ese mismo motivo. Aunque ya no recuerdo a qué series sustituyeron ésas…
Por supuesto, no sólo de dibujos vive el hombre. Mientras los mayores estaban pendientes de las intrigas de Angela Channing en “Falcon Crest”, yo era un fiel seguidor de aquellas series americanas de sobremesa en las que interviniera un mínimo de acción y tecnología. Ahí han quedado viejas glorias como “El Gran Héroe Americano” (sin duda, mi favorita de todas, todas), “Galáctica: Estrella de Combate”, “El Coche Fantástico”, “El Halcón Callejero” (esas carreras de bicis con los amiguetes, emulando al prota…) o “El Trueno Azul”. Con los años, las telenovelas y la película de la siesta desplazarían a este tipo de series a la caída de la tarde, así que por entonces lo que hacías era merendar primero y después seguir las aventuras de “El Equipo A” o “McGyver”, con especial mención a “V” (mis padres, fieles seguidores del Teleprograma, nunca me dejaron comprar la TeleIndiscreta para hacerme con las pegatinas y los cómics que ésta traía… por suerte pude intercambiar algunas con el vecino del cuarto…).

La llegada del VHS propició el que dejara de pasar tanto tiempo delante de la tele (“grábalo y ya lo verás luego…”), y mientras tanto mis intereses se iban abriendo camino en otros campos, como el de los videojuegos. Aún tardaría varios años más en hacerme con mi primer ordenador (fue en el 88, un Amstrad PC con 512KB de RAM y una única disquetera de 5’25”), pero pasaría varios años acumulando aquellos enormes ejemplares de la “Micromanía” (cuántos más como yo no caerían presa de aquella fulgurante campaña publicitaria con la chica de “Turbo Girl”). Resulta curioso que viviera toda la fiebre de los videojuegos de 8 bits (para los míticos Spectrum, Amstrad, MSX, Commodore…) sin tocar una sola tecla, únicamente sobre el papel.


Y luego… empieza uno a programarse sus propios juegos en GWBasic y al final acaba como profesor de Informática en la Universidad. Las vueltas que da la vida… Pero me dejo una parte de la historia.

En mis primeros años en el Instituto todavía tuve tiempo para engancharme a la nueva ola mediática que nos llegaba desde el País del Sol Naciente. El fenómeno “Bola de Dragón” iniciaba el desembarco de miles de nuevas series, en una invasión que aún hoy día continúa (aunque ya hace tiempo que dejamos de considerarla como tal, al menos la mayoría). Como devorador de dibujos, tal y como me catalogaba más arriba, “probé” muchas otras series, y casi nunca le hago ascos a unos dibujos cuando zappeo, pero del torbellino japonés me quedo con “Bola de Dragón” y “Los Caballeros del Zodíaco” (impunemente masacrada en su emisión por la entonces nueva Tele5), y que me perdonen los puristas otakus. La de apuntes que tengo “adornados” en sus márgenes con mis estudios de estos personajes…


También por esa época se produjo mi reenganche con los cómics, sólo que ahora me centré más en el material americano (Marvel, editado entonces por Forum, principalmente) y en el japonés, donde aparte de, por descontado, “Dragon Ball”, cataría también aquellos primeros experimentos de Planeta DeAgostini. Lo mejor estaba por llegar, desde luego (también mucha morralla, pero ésa es otra historia). Pero ya no me ha pillado con tanta fuerza.
Al margen de “Los Simpsons”, que comenzaron a despuntar por entonces (pero que, dado que han llegado hasta nuestros días, quizá no debería incluirlos aquí), no recuerdo mucha televisión de aquella época, al margen de lo ya citado, y tengo que remontarme ya a mi etapa en la Universidad para citar series tales como “Seaquest”, aquella de “Robocop” (floja, pero cómo enganchaba), “Cuentos Asombrosos” (también maltratados por la cadena, La 2, en este caso), “Búscate la Vida” (de lo poco interesante que daban en abierto en Canal + entonces, menos mal que un amigo me grababa los excepcionales dibujos de “Batman, The Animated Series”)… Lo cierto es que por entonces tampoco vi demasiada televisión y prefería leer un cómic o salir a dar una vuelta con los colegas, o ir al cine. Fue también por entonces cuando terminé de desarrollar otra de las aficiones con las que actualmente disfruto (y con bastante buena salud): la música de cine y las bandas sonoras (porque lo de tararear inolvidables temas principales de John Williams, Jerry Goldsmith, Alan Silvestri, etc., ya lo arrastraba desde hacía años). Pero me estoy desviando…


Para ir concluyendo, que mucho me temo que me estoy extendiendo demasiado, probablemente me esté dejando cientos y cientos de series, de momentos memorables de la televisión, en el tintero. Hasta situarnos en el momento presente, me dejo fuera casi una década en la que los guionistas televisivos se han puesto las pilas para plantar cara al cine y al DVD, de ahí que en la actualidad contemos con series de excepcional calidad (“Perdidos”, “Héroes”, “Battlestar Galactica”… por citar una mínima parte). Por desgracia, la programación televisiva actual ha perdido mucho atractivo para mí, de ahí que prefiera disfrutarlas en DVD, a mi ritmo y sin intromisiones.
Lo dejo aquí, no sin agradecer de nuevo la oportunidad ofrecida por el estupendo equipo de “Qué fue de…”, y esperando ayudar a que algunos de los que lean esto dejen de sentirse unos “bichos raros” por haber tenido una infancia “extraña”. Ya podéis ver que no habéis sido los únicos.
Un abrazo.

Bac Hylon

domingo, 24 de agosto de 2008

RECUERDOS DE ORO: "MI MÁQUINA DEL TIEMPO": POR N. IMOBACH REYES

Nuestro décimo autor invitado es N. Imobach Reyes, nostálgico lector y amigo desde el año 1993 (época en la que llevaba el mismo corte de pelo que el niño del boomerang que aparecía en "Mad Max 2: el guerrero de la carretera" (1981)) y que nos ha dado su visión sobre sus recuerdos bajo el título de:
RECUERDOS DE ORO: "MI MÁQUINA DEL TIEMPO": POR N. IMOBACH REYES:
Pertenezco a una impresionante y excepcional generación, una horneada espléndida de coetáneos que solemos coincidir en lo mismo: la capacidad innata para pasarlo bien. Pero una diversión bien entendida, no lo que en la actualidad se conoce erróneamente con el mismo término. Disfrutábamos de cada momento como si fuera el último, pero siendo conscientes de que no lo era en realidad, amábamos el riesgo (nosotros inventamos el puenting), pero no arriesgábamos hasta el límite, salvo contadas y malogradas excepciones. Guardo muy buenos recuerdos de mi etapa de niño y de adolescente, es más, me resisto a abandonar la adolescencia, aún busco un equilibrio, una armonía que aún no he encontrado. Tuve la enorme suerte de atravesar mi niñez de la mano de mis tíos maternos, era el único sobrino y conviví hasta los ocho años con tres de ellos, para posteriormente ceder el testigo a mis cuatro primos paternos, mayores que yo de edad. El haberme "criado" en un ambiente sempiternamente adulto ha influido de sobremanera en el hecho de haber disfrutado de mi tiempo como un hombre disfruta de las protuberancias y hondonadas del pecho femenino, con una intensidad impropia de un crío de mi edad. Gracias a ellos, tíos y primos, podría reconocer cada canción, cada cantautor, cada grupo musical y cada cantante, cada película, cada serie de televisión, cada actor y cada personaje, de ficción o real, y es más, lo puedo ubicar con precisión suiza en el tiempo en la mayoría de las ocasiones. No solo he escuchado canciones que muchos de mis quintos no han escuchado en la vida, sino he visto películas, he leído libros y he visto series de televisión que ya nadie recuerda, y eso se ha forjado a lo largo de unos pocos años; sólo tengo veintinueve años, nací en el setenta y nueve.

Cuando era niño y cuando fui adolescente la tecnología influyó de manera decisiva en mi vida, pero de la mejor manera posible. No recuerdo haber dejado de salir a la calle por ver algo en la tele, ni mucho menos por algún vídeojuego, prefería interactuar con otros de manera real que permanecer hipnotizado frente a algún aparato electrónico, y no me ha ido mal, me considero una persona emocionalmente estable y psicológicamente sana, aún siendo considerado por individuos de mi generación como un bicho raro. Jugaba todo tipo de juegos, no sólo el fútbol, por el cual aún profeso una ferviente devoción, sino que hice bailar el trompo, volar una cometa, subía y bajaba mi yo-yó, jugaba a la cogida, a policías y ladrones, al escondite, a los boliches, a la comba, al elástico, al tejo, y aún tuve tiempo para ver la tele, para leer libros y comics, para escuchar música, para jugar con los primeros ordenadores o con la irrupción de las consolas, aunque nunca fueron mi prioridad. Utilizaba los avances tecnológicos a mi antojo, con decisión y criterio, de manera independiente, me daba igual que alguno que otro me remedara en su actitud; tenía claras mis prioridades, y, muy importante, tenía personalidad propia.
Paseaba el filósofo con su discípulo y éste último le preguntó: "Maestro: dime algo bueno y algo malo". a lo que el maestro preguntó "El alma y la memoria". Con esto, y redundando en alusiones, quiero decir que, si no aprendemos nuestra historia , estamos condenados a repetirla, pero ¿por qué no repetirla, al menos en todo lo bueno?


Yo crecí con "Barrio Sésamo", con "La bola de cristal", con "Érase una vez la vida", con "V", con "El Valle Secreto", con "MacGyver", con "El Equipo A", con "Sensación de vivir", con "Mazinger Z", con "Sherlock Holmes", con "Star Blazers", con "Los Caballeros del Zodiaco", con "David el Gnomo", "Heidi" y "Marco", con "Bola de Dragón Z", con "Samed el mago", con "Biniki, la dragona rosa", con "Los Fraggle", con "Los Diminutos", con "Isidoro", con "Daniel el travieso", con los "Looney Tunes" (mi favorito era El Gallo Claudio, digo Claudiooo), con la Factoría Disney ("Chip y Chop: los guardianes rescatadores", sobre todo).
Pero también con "Dinastía", "Los Colby", "Falcon Crest", "Misión imposible", "La tribu de los Brady", "Los problemas crecen", "Aquellos maravillosos años", "Salvados por la campana", "Apartamento para tres" (¡Dios, Suzanne Sommers!).


Leí comics de "Batman", "Spiderman", "Superman", "Los 4 Fantásticos", "Thor", "Daredevil" y "El Increíble Hulk".

También libros de Stephen King, Alberto Vázquez Figueroa, Frederic Forsyth o Arturo Pérez Reverte, entre otros muchos.


Disfruté de películas como las sagas de "Rambo", "Depredador" y "La jungla de cristal", "La chaqueta metálica" (1987), "Apocalipse Now" (1979), las de Steven Seagal, las de Bruce Lee, todos los spaghetti-western de Clint Eastwood, todas la de James Bond (hasta la de George Lazenby), todas las de Bud Spencer y Terence Hill (esos Hermanos Trinidad), "Los Goonies" (1985), "Top Secret" (1984), "Aterriza como puedas" (1980), y un largo etcétera, que por falta de espacio no voy a reproducir.

¿Por qué mis hijos no tienen derecho a recibir una educación similar a la mía, adaptada a los nuevos tiempos que corren? ¿Los valores no son universales y atemporales? Si mi educación y la de otros adultos actuales sanos, miembros de una generación irrepetible, fue "tutelada" por toda esta generación artística ¿qué hay de malo en repetirlo? No somos la generación que más y más graves defectos presentamos, pese a tener un mayor desconocimiento de la realidad, tener más limitado el acceso a la información, a la tecnología, y, en lugar de aprender de ese tipo de detalles, nos limitamos a culparnos, los unos a los otros, educadores (padres, profesores, entrenadores, etc.), alumnos, dirigentes y otros colectivos relacionados con los niños y adolescentes. No se trata de buscar culpable, se trata de buscar soluciones, esa no sólo no es la mejor solución, sino que no es siquiera una solución. Pero esa es otra historia.

Ahora ya les he revelado el secreto de mis viajes en el tiempo, así pues les conmino a que hagan buen uso de su máquina del tiempo, cuando quieran viajar al futuro, recurran a sus sueños, sus ilusiones, sus proyectos, y cuando quieran retroceder en el tiempo, recurran a sus recuerdos. Todos tenemos nuestra propia máquina del tiempo, lo que ocurre es que no todos la saben utilizar, o la utilizan mal; algunos ni siquiera saben que la tienen.
N. Imobach Reyes

sábado, 23 de agosto de 2008

RECUERDOS DE ORO: POR IVÁN

Nuestro noveno autor invitado es nuestro lector Iván:
RECUERDOS DE ORO : POR IVÁN

Esta es mi aportación particular a la gran red de lectores que seguimos “Que fue de...”, espero que sea de vuestro agrado. Mis recuerdos empiezan desde muy pequeño, recuerdo q con 2 ó 3 años veía muy de pasada “La bola de cristal”, aquel mítico programa donde Alaska me producía un miedo terrible y le decía a mi madre que la quitara. De muy pequeño veía una serie de dibujos animados llamada “Foofur”, donde un perro azul investigaba casos, me hacía muchÍsima gracia y sus frases se me quedaban en la memoria. Imaginaos a un crío de 2 años diciéndole a su abuelo “Me siento francamente ridículo” o “ Abuelo, ¿te sientes fracasado?”.

Aunque mas bien mi cultura televisiva comenzó en los 90, sobre todo con la aparición de Tele 5 y las célebres Mama Chicho, esas chicas me volvían loco y en el cole todos cantábamos la sintonía y competíamos por cual nos gustaba más, lo mismo pasaba con el programa “El gran juego de la Oca” y sus azafatas.

Por aquel entonces mi ídolo televisivo era Emilio Aragón, porque llevaba esmoquin y zapatillas y yo odiaba llevar zapatos (hoy lo pienso y es la mayor horterada del mundo), me encantaba su "VIP Noche" y "VIP Guay" con niños.

Sin duda alguna mis series favoritas eran “Cosas de Casa” con el inigualable Steve Urkel y “El princípe de Bel-Air”. Aun en mi familia seguimos recordando al simple Carlton, a la creída Hillary y al irónico Jeffrey. Más tarde descubrí a Brandon, Brenda y compañía en “Sensación de vivir”, a los mejores amigos del mundo en “Friends” (aún hoy sigo viéndola, las veces que la repongan en Cuatro) y a la nena “Buffy, Cazavampiros”, donde me importaba más los líos amorosos que el hecho de que cazara vampiros. En cuanto a dibujos animados, era fan de “Los caballeros del Zodiaco”, mi favorito era el Cisne y “Bola de Dragón”, donde admiraba a Krillin. Era todo muy típico para mi entonces.

Dónde no solía encajar con los demás chicos de mi cole y en el barrio fue en el tema musical. Ellos escuchaban la música de los 90 como el “Máquina Total” y yo oía siempre en mi casa, influenciado por mis padres, a Abba, Raphael (su “Ave María” lo tenía rallado), Bonnie Tyler y Los Pecos. Me llegaba a aprender de memoria todas las canciones de Abba y Los Pecos para cantárselas a mis padres y amigos. Regalé a mi madre el disco “Más” de Alejandro Sanz y le canté todas las canciones del álbum y en el instituto me dieron un sobresaliente por interpretar “Y, ¿si fuera ella?” en clase de teatro.
Debo destacar que era el único que solía leer cómics de “Mortadelo y Filemón” mientras los demás cambiaban cromos de los jugadores de fútbol. En cine me marcaron las mil reposiciones de “E.T.” (1982). Lloraba una y otra vez al verle marcharse a su casa.
“Jurassic Park” (1993) también me impresionó mucho. Pero sin duda alguna el cine de mi infancia estuvo marcado por las películas de Disney, iba al cine a ver “Blancanieves” (1937), “La Sirenita” (1989)...y, sin duda, mi favorito de siempre ha sido “Aladdín” (1992), el genio era mi ídolo, jejeje.
Después de todo eso, crecí y me fui actualizando y mis recuerdos de oro serán recuerdos de plata para otra ocasión.
Debo dar las gracias a Alex por invitarme a participar en esta maravillosa sección de este maravilloso blog donde disfruto de sus maravillosas fichas, jejeje.


Muchas felicidades a tod@s por vuestro aniversario y....que cumpláis muchos más!!!! Jejeje.
Besos

Iván

"EL VÍDEO COMUNITARIO": POR KANU

Nuestro amigo y lector Kanu, ha querido realizar una nueva contribución en nuestro blog siendo el décimo cuarto autor invitado. En su artículo nos explicará un concepto curioso, del que tal vez muchos jamás oyeron hablar:
EL VÍDEO COMUNITARIO:

Eran los años 80, los inefables años 80, eran tiempos sin televisión digital y en cuanto al innovador mundo del vídeo doméstico se libraba una batalla a muerte entre el sistema BETA y el VHS, con el resultado (lógico) de sobra conocido por todos. Pero de repente apareció algo en nuestras vidas que nos dejó marcados para siempre, algo ilegal... ¿las drogas?, no, EL VÍDEO COMUNITARIO. A mediados de los 80, en determinadas zonas de Santa Cruz de Tenerife se creó una especie de televisión por cable de garrafón ideado y gestionado por gente con ánimo de lucro al margen de la ley (la cuota mensual era de unas módicas mil pesetas). El sistema era bastante arcaico: te instalaban un pequeño aparato en la pared de tu casa conectado a tu televisor y por las tardes y noches emitían películas sin cortes publicitarios, procedentes del amplio catálogo de algún vídeoclub de la época (ignoramos quien era el suministrador). Lo divertido del asunto es que antes de ver la película o serie, pasaban los trailers que incluía ese vídeo, e incluso el clásico aviso legal y número de expediente.

Aquello era un cajón desastre donde todo cabía: los clásicos Disney ("Bambi" (1942), "Pinocho" (1940) y "Peter Pan" (1953)...) y unos programas llamados "Canal Disney" (que incluían cortos de la casa, documentales y series como la de "El Zorro" de los años 50 con Guy Williams o una de "Winnie The Pooh" con actores disfrazados y que era bastante infumable) los repitieron hasta la extenuación; series de dibujos animados norteamericanos ("Gi Joe" o "Los guardianes de la galaxia"), anime, filmes infames de kung-fu a cascoporro como "Los Kung-fu kids" y todos sus sucedáneos (aunque a veces no se notara la diferencia ente unas y otras) con todos sus chillidos, bueno en realidad había más berridos que palabras; cine de la Cannon con todas las obras completas de Chuck Norris ("El templo del oro" (1986), la saga "Desaparecido en combate"); cine de destape español e italiano; comedias de Bud Spencer y Terence Hill o cine familiar como "Once más uno" (1983), un bodriete futbolístico-melodramático a mayor gloria de Pelé, rodeado de huerfanitos y con John Huston haciendo de cura moribundo. Otros films habituales eran las comedias de Mel Brooks, los plagios de Conan y Mad Max, films como "Sheena, la reina de la selva" (1984), "Carretera al infierno" (1987) y "Furia ciega" (1989) con Rutger Hauer, "Los Masters del Universo" (1987), "Xanadu" (1980), "Supergirl" (1984), dos "joyas" de Juan Piquer Simón como "Slugs, muerte viscosa" (1988) y "La grieta" (1990), capítulos de "Cuentos asombrosos" o hasta el episodio piloto de la serie "Flash".


Pero la película estelar de la parrilla era "Johnny Rambo Tango" (1984) una cinta filipina que en principio era una parodia de Rambo pero que casi era una remake de la original porque risas había pocas y asiáticos muertos muchos. Cada vez que nos la "encontrábamos" mi santa madre afirmaba: "mira, Rambo el sucio", como si Stallone fuera limpio. Nunca le pregunté por qué hacía esa distinción porque a mí me parecía la misma mierda, pero es de ese tipo de cosas que es mejor no saber.
Todos estos contenidos se mezclaban con otro tipo de films, y allí también podías ver cine clásico, algo de arte y ensayo, los grandes éxitos de Charlton Heston ("Los diez mandamientos" (1956), "Ben Hur" (1959), "El planeta de los simios" (1968)) y los hits recientes de aquellos años: "Robocop" (1987), "La princesa prometida" (1987), "Tres hombres y un bebé" (1987), las producciones ochenteras de Steven Spielberg y George Lucas o los films protagonizados por Burt Reynolds, Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone, Harrison Ford, Michael Douglas, Edddie Murphy, Tom Cruise, Michael J. Fox, Mel Gibson, Bruce Willis, Tom Hanks, Danny De Vito, Steven Seagal, Kim Basinger, Melanie Griffith, Sigourney Weaver, Whoopi Goldberg y Kathleen Turner. Sin olvidar las entregas de las sagas de "James Bond", "Pesadilla en Elm Street", "Viernes 13", "Loca academia de policía", "Karate Kid", "Cocodrilo Dundee", "Cortocircuito o "La historia interminable", entre otras muchas.
El vídeo comunitario nos sirvió de iniciación al fascinante, nunca bien ponderado y maravilloso mundo del cine porno. Eran películas setenteras con bandas sonoras deudoras de Isaac Hayes (que en gloria esté), ya saben, con el bajo haciendo todo el rato quono, quo, quono y destacaban por no gastarse el presupuesto del film en depilaciones precisamente.

El chollo se terminó a principios de los 90, con la llegada de las privadas y de Canal +, de manera que el vídeo comunitario perdió su sitio en muchos hogares. Seguro que se me quedan cosas atrás, pero lo que nunca dejaré son los maravillosos recuerdos de aquel "pufo catódico" que contribuyó a enriquecerme (y también a los creadores del blog) sobremanera (así he salido como he salido) y que va pegado a mi felicísima infancia.
FELICIDADES POR EL TERCER ANIVERSARIO

Kanu

viernes, 22 de agosto de 2008

RECUERDOS DE ORO: POR LUCKY LEE PERKINS

Nuestro octavo autor invitado es Lucky Lee Perkins, lector y blogero
RECUERDOS DE ORO: POR LUCKY LEE PERKINS:



Ufff, mis recuerdos serán similares a los que como yo somos hijos de la Democracia, nacimos poco antes de la Constitución y crecimos plenamente en los ochenta, viví mis primeros años en una zona en plena reconversion industrial y quizás por ello recuerdo mucho el color negro y el gris, mi padre además viendo mi poco interés por el deporte me orientó hacia el cine, por aquellos días alternaba películas en cine de barrio o en cines como tal, pude por tanto ver los estrenos del momento “La guerra de las galaxias” (1977),”El Imperio contraataca” (1980),”El retorno del Jedi” (1983) o “En busca del arca perdida” (1981) con clásicos de los Hermanos Marx, Errol Flynn o James Cagney.

Los primeros ochenta eran coloristas, recuerdo comidas de domingo viendo “Gente Joven” en la televisión y a Ángel Nieto como héroe nacional, viendo dibujos animados como “El bosque de Tayak” o “El osito Misha”, de estos últimos tengo todo ese cacao mental de las olimpiadas de Moscú.
En cuanto a juguetes creo que el año 83 fue el mas grande, yo, gracias a mi hermano ya tenía en casa unos cuantos clicks de Famobil, poco a poco habían entrado algún que otro muñeco de "Star Wars" y recuerdo perfectamente el viernes que me regalaron mi primer Master del Universo, los años siguientes sería un coleccionista de ellos.
Mis primeros recuerdos musicales realmente impactantes los ubico en La Bola de Cristal, viendo a los P.V.P., a Kiko Veneno y sobre todo asociados al videoclip de “Another brick in the wall” de Pink Floyd...para mi la caja de Pandora se abriría ahí y dedicaría mi vida a la música.




El siguiente año nos traería los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, recuerdo que su mascota era un loro llamado Sam, que murió durante los juegos...¡también es mala suerte! Hablando de 1984 recuerdo también que semana tras semana tratábamos mi padre y mi hermano de ir a ver “E.T.” (1982) pero era imposible, a las cuatro de la tarde ya se habían vendido todas las entradas para todas las sesiones, tuvimos que esperar más de un mes para verla.

Otro recuerdo televisivo de ese año es "Fama", emitida los domingos por la tarde, no se por qué, para mi los domingos de mi infancia se relacionan con la luz, filtrándose fuerte a través de las cortinas de la cocina.

A partir de ahí mi vida cambió, nos trasladamos a vivir a más de trescientos kilómetros de donde había desarrollado mi vida hasta entonces, mi hermano estaba en plena adolescencia y a mediados de los ochenta en mi casa empezaron a entrar discos de la movida y de los éxitos internacionales del momento: Dire Straits, Bryan Adams, The Police, Radio Futura, Nacha pop...Yo me centré en la televisión, siguiendo las series típicas como, la cámara de comercio de "Wildside”,”El halcón callejero” o “El trueno azul”.

Y unos años después entró en mi casa un Amstrad CPC 464 de 64k con pantalla en fósforo verde, con el que no paraba a de jugar, me encantaban sobre todo los juegos de las empresas españolas como Opera Soft o Dinamic, me marcaron “La abadía del crimen” ,”Operation Wolf”,”Sim city” de Codegames y el conversacional ”La aventura original”.


Otro recuerdo que me viene a la memoria de esos años fue cuando la editorial Forum comenzó a publicar los comics de la Marvel, me enganché a ellos durante más de diez años, comenzando con la publicación de las "Secret Wars", un crossover donde pude conocer a muchos de los personajes de dicho universo.

Los noventa llegaron, la llegada de las televisiones privadas dieron un vuelco social a mi generación, se rompía con lo anterior, ya nunca veríamos igual el "Un, dos, tres", ni las series del mediodía en vacaciones de verano, ahora todo era colores dorados y plateados, Mammachichos, hermanas Valverde, competiciones entre los canales para ver quien programaba para la noche la película más reciente, recuperar a actores y humoristas patrios en capa caída y reconvertirlos en presentadores de galas imposibles...y aunque se puso de moda sacar pecho y llenarse la boca llamando a eso “caspa” yo estaba encantadísimo, desde hacía un par de años veía lucha libre por parabólica comunitaria...y ahora Tele5 me emitía wrestling (otra de mis grandes debilidades que he continuado hasta día de hoy).
De todas maneras pronto muchas cosas cambiarían para mí, ya se sabe...¡la adolescencia! Y me refugie en la música, me compré un enorme teclado y trataba de emular a Tony Banks de mi grupo favorito Genesis, por otra comencé a ser un macarra de tres al cuarto que perdía el tiempo peinándome tupe y siguiendo a Loquillo y Trogloditas allá donde fuese (eso de escucharlos venía de largo gracias a mi hermano).
De todas maneras pronto muchas cosas cambiarían para mí, ya se sabe...¡la adolescencia! Y me refugie en la música, me compré un enorme teclado y trataba de emular a Tony Banks de mi grupo favorito Genesis, por otra comencé a ser un macarra de tres al cuarto que perdía el tiempo peinándome tupe y siguiendo a Loquillo y Trogloditas allá donde fuese (eso de escucharlos venía de largo gracias a mi hermano).
Un bicho raro era yo en los noventa, odiaba los sonidos de moda de Chimo Bayo, el bakalao, el heavy greñudo y ese espíritu grunge que venía para quedarse y duró dos telediarios. Yo seguía con mi sueño de dedicarme a vivir sin dar ni golpe, así que empecé a dedicarme a hacer radio, a realizar mis propios fanzines y a escribir a nivel amateur buscando ser publicado donde fuese, hiciese lo que hiciese todo lo fui dirigiendo hacia el humor, supongo que Faemino y Cansado, los hermanos Marx y la serie “Búscate la vida” han sido mis referencias, siempre nadando entre el absurdo y lo surrealista.
Actualmente sigo escribiendo, publicando cuando algún editor despistado se fija en mí, codirigiendo y guionizando cortos, tocando con mi banda y escribiendo un blog de humor-crítica que la gente critica por que no capta el sentido paródico de mi personaje...mi vida es un continuo de referencias de la cultura pop en la que me he criado, según los celtas, la existencia era cíclica, quizás sea verdad, con mi blog a veces me siento un Andy Kauffman de tercera...¿soy un farsante?¿opino realmente lo que mi personaje Lucky Lee Perkins?¿desconecto alguna vez de él?

Lucky Lee Perkins.